lunes, 13 de agosto de 2012

Mae

Respirar,cerrar los ojos, sentir como el miedo paralizaba sus venas...abrirlos de nuevo  y ver que no estaba en su mundo o por lo menos, no en el que estabas antes. La pequeña Mae tiene miedo, se siente sola y desorientada, avanza por la  que cree que es su casa pero no siente su calidez habitual. Al final del largo pasillo una tenue luz amenaza con apagarse. Mae ante la posibilidad de quedarse en la penumbra decidió acelerar sus pasos aunque sus pequeñas piernas le impidiesen recorrer la estancia demasiado deprisa. Pero, aun así, la luz siguia ahí y, curiosa, se acerco un poco más hacia la ventana de donde parecía proceder... se fue acercando, la luz disminuía haciéndose cada vez mas pequeña hasta que Mae pudo ver lo que había ahí fuera.
Su respiración se entrecorta y su cuerpo reacciona abriendo los ojos de la sorpresa. Allí, en el patio que hay justo debajo de su casa, se encuentra a un ser encogido con la vista perdida hacia el cielo.Una enorme cicatriz le recorría todo el rostro desde su frente hasta tus labios... la sangre, ahora seca, quedaba dispersa por todo su rostro y, sin embargo, en sus ojos no había ningún indicio de dolor, simplemente estaban vacíos. Mae se acercó un poco más, deseosa de saber que o quien era aquel ser que, de repente, la miro con aquellos ojos vacíos....

Un suave olor a cafe


Un golpe seco que acabó en el suelo junto a un gran escalofrío que recorrió toda su espalda fue lo que hizo a Lena abrir los ojos rápidamente. La habitación contenía un aura extrañamente fría a pesar de que el verano estaba ya a la vuelta de la esquina, lo que la hizo estremecerse por completo y se quedó inmóvil mirando la estancia e intentando averiguar qué era lo que iba mal allí dentro.

Miró el reloj observando que eran ya las 7.45 de la mañana dio un salto de la cama directa al armario a coger lo primero que encontrase e ir al estudio. Al abrir la puesta de la habitación se quedó parada, un fuerte olor a café llegaba hasta ella cosa que le resultó muy extraña pues no había preparado café. Dio pequeños y lentos pasos hacía la cocina, de donde provenía el olor y antes de llegar a la puerta se quedó parada y estupefacta al mismo tiempo.

¿Porqué había rastros de sangre que salían de la cocina hacia el jardín…?